Contador de visitas.

miércoles, 10 de abril de 2013

Éternise-moi


Cierras los ojos. Oscuridad, silencio. Los abres. Oscuridad, silencio. O tal vez ha sido al revés y antes los tenías abiertos y los acabas de cerrar. No hay diferencia alguna.  No, no la hay.  Ni una suave brisa, ni el mínimo ruido, el mínimo halo de luz. Parece que se haya detenido el tiempo, ¿quién sabe? Y te preguntas por qué. Por qué esa oscuridad que empieza a horadar tu mente, tu cuerpo, tu alma. Por qué ese silencio retumba en tus oídos, ensordecedor. Antes de preguntar siquiera ya tienes la respuesta. Esa imagen comienza a dibujarse en tu mente, primero vagamente, borrosa, casi como un cúmulo de trazos al azar. Pero conforme vas pensando, y pensando, y pensando, pequeñas pinceladas van dando forma a esa imagen. Tu pecho se encoge ante la posibilidad de vislumbrar de nuevo esa imagen. Pero va tomando fuerza.  Sí, ya empiezas a visualizar cada una de sus facciones. Sus ojos te vuelven a mirar después de tanto tiempo, y tu corazón, como tantas otras veces, se acelera y frena al mismo tiempo. Después sus labios. Eres capaz de imaginarlos a la perfección, fruto del deseo que tanto tiempo  te ha dominado de besarlos. Y, ¿por qué no? Los imaginas sonriendo. Y sin siquiera darte cuenta, esa misma sonrisa se ha formado en tu cara. Aún la imagen es algo difusa, pero no te preocupes, lo quieras o no la vas a acabar dibujando a la perfección. Una repentina calidez recorre todo tu cuerpo, desde tu  pecho hasta la punta de tus pies. Es una sensación tan sumamente agradable como pasajera, pero siempre es de agradecer. Te sientes levitar, con esa sola imagen aún difuminada, en tu mente, en tu pecho se instala una paz y tranquilidad envidiables. Pero sabes… tienes la certeza de que esa sensación es tan sólo transitoria, que antes o después debes volver al suelo… Pero ahí arriba se está demasiado bien, ¿verdad? Te crees capaz de todo, hasta de enfrentarte a ti mismo.  Tu mente vuelve a lo suyo, y sigues visualizando su imagen, perfeccionándola, añadiendo detalles que solamente tú has sido capaz de apreciar tras tanto tiempo observando en la sombra. Sobre todo te centras en sus manos, pues has deseado muchas veces acariciarlas, que te acaricien, que te pertenezcan. Un repentino silencio. Ya le has vislumbrado completamente. Una imagen nítida en tu mente.  Sí, ahí está, eso de lo que tantas veces has querido huir. No te engañes, no puedes, siempre vuelve. Por un momento eres tan… ¿feliz? No creo que pueda considerarse así, pero así te sientes. De nuevo levitas, más alto que nunca. La calidez de tu cuerpo se hace más latente, y sientes que nada puede destruirte. Te haces fuerte por momentos gracias a ese recuerdo. ¿Lo ves? Te has empeñado en huir temiendo la caída que vendrá después. Pero ahora prefieres disfrutar del momento. Y lo disfrutas hasta que…
Abres los ojos. Hay luz, sonidos, sientes hasta frío. La imagen te ha devuelto a un lugar del que no debiste salir nunca: el mundo real.

martes, 11 de septiembre de 2012

Humo.


¿Qué somos? ¿A dónde vamos? ¿De dónde venimos? Los tres grandes interrogantes de la humanidad. No pretendáis que tenga la respuesta, yo, un chico de 19 años que no sabe una quinta parte de lo que saben grandes filósofos. ¿Quién soy yo? ¿Soy simplemente Javier o soy algo más? ¿Cuál es mi finalidad en la vida, formar parte de un todo o destacar sobre la multitud? Y, si es la segunda opción, ¿en qué aspecto tengo que destacar? No sabemos nada, absolutamente nada sobre nosotros mismos. Somos humo que se va dispersando por el mundo, sin ninguna dirección, sin ningún patrón a seguir. Nos dejamos llevar por el viento que es la multitud o sociedad. Y no nos damos cuenta de una c osa: cuanto más nos dispersamos, más claro es el humo, más débil es el ser humano. Necesitamos pertenecer a un todo para ser fuertes, para ser atrevidos. Y, la gente no se da cuenta de que, si mezcla´ramos el humo de todos los cigarros, seríamos más opacos, más fuertes, seríamos más indestructibles. No pretendo decir que tengo la solución a la debilidad del ser humano, ni mucho menos, puede que me equivoque, pero de momento este es mi punto de vista. Somos frágiles, y cualquiera que lo niegue es un completo necio. ¿Acaso no acudimos a alguien cuando nos sentimos mal? O, mejor dicho. ¿Acaso no nos sentimos mal cuando no tenemos a quién acudir? Mi madre me enseñó que todas y cada una de las religiones se nutren de ese hecho. Creamos un mundo aparte y un alguien a quien acudir cuando estamos solos, un alguien a quien adjudicar los hechos inexplicables. No pretendo blasfemar ni ofender a nadie. Tal vez eso sea cierto, tal vez no. Y admiro a la gente que tiene fe ciega en algo, me parece realmente increíble. Yo, soy demasiado incrédulo para tener fe ciega, pero lo intento, intento no buscarle un significado lógico a todo. Una realidad es que, cualquier religión, nos hace la vida más fácil. Yo encontré la mía, aunque más que religión, se le puede llamar filosofía , filosofía de vida. Y los que intentan buscar la religión correcta, son realmente estúpidos. ¿Por qué tiene que haber una religión correcta y una errónea? El ser humano tiene una virtud que ningún otro animal tiene, y es el raciocinio. No permitamos que esa virtud se convierta en un castigo para nosotros, razonemos lo justo y dejémonos llevar por el viento, y, como humo que somos, acabaremos en algún otro sitio que nos enseñará muchas cosas sobre la vida. Porque los seres humanos somos las máquinas más perfectas y a la vez las que más tienen por pulir.

viernes, 7 de septiembre de 2012

-La amo. -Decía mientras limpiaba sus besos de sangre.


 Aquello ya rayaba lo banal, se salía de lo normal y cualquiera podía darse cuenta. Hacía tiempo que las cosas había cambiado, probablemente demasiado. Sus amigos, sus familias, se habían dado cuenta antes que ellos mismos. Al principio, todo iba bien, eran una pareja normal, feliz, como tantas otras. Pero poco a poco, fue degradando, hasta un punto insostenible. Ya no se amaban, ahora eran presos de sus cuerpos, de sus necesidades. sus ojos se habían vuelto rojos, apenas dormían, sus labios se habían agrietado tras tantos y tantos besos innecesarios, y sus cuerpos estaban débiles, sin fuerzas, desgastados, tras tantas noches en vela. Era una relación meramente carnal, cuerpo contra cuerpo, las almas habían quedado destronadas, habían quedado en un segundo plano. Y todos sabían que eso no acabaría bien, era imposible. Sus necesidades físicas habían trastocado su mente, los estaban volviendo locos, eran yonkies el uno del otro. Y ya nadie podía hacer nada, sólo ellos mismos, y ellos no tenían intención de cambiar un ápice de su extraña relación. Y siempre querían más, tenían ansias de más, y ni el cansancio físico los detenía. Si no podían permanecer despiertos, tendrían que buscar una solución. Tuvieron la feliz idea de pasar a las drogas, sustancias que los ayudarían a seguir disfrutando del cuerpo del otro durante mucho más tiempo, y de una manera distinta, más chabacana, olvidando por completo el respeto al otro, olvidando el respeto por los cuerpos de ambos. Y cuando llegó el primer golpe, ambos se quedaron sin saber cómo reaccionar. Pero sintieron una extraña sensación, de placer a la vez que dolor, y repitieron, cada vez más fuerte, hasta que perdieron completamente el control, en una lucha de carnes, de dos adictos a la piel, a los labios, al roce. Tras un tiempo, eran irreconocibles, tanto por fuera, como por dentro. Sus cuerpos se habían deformado, se habían acomodado a sus nuevas costumbres. Tenían unas pintas horribles, pero a ellos ya no les importaba lo que pensaran los demás, sólo se importaban ellos mismos. Y sus mentes habían disgregado hasta sólo pensar en el cuerpo del otro, estando como ausentes, como en estado de shock, estaban como idos. Eran zombies, hacía mucho que habían dejado de ser seres humanos, hacía tiempo que habían dejado el raciocinio atrás. Y llegó la fatídica fecha en la que sus duelos de piel mezclados con drogas llegó a más, fue el mayor descontrol que jamás se haya visto. Y él apenas se dio cuenta de lo que había hecho, cuando la vio, yaciendo entre sus brazos, sin vida, más pálida que de costumbre, llena de sangre por los labios que tanto lo habían besado a él. Y un grito desgarró la garganta del chico, notando cómo volvía a llegarle la sangre al cerebro, dándose cuenta de que lo que yacía entre sus brazos no era un simple trozo de carne como él la había tratado, sino que era la mujer de su vida, la que un día amó más de lo que podía recordar en ese momento. La abrazó con fuerza, y se acercó por última vez a sus labios. 
-La amo.- Decía mientras limpiaba sus besos de sangre.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Lonely road.

My grandpa said to me
Grandson sit down we need to talk
In life there may be times
When it gets hard to walk the walk
It's easier to take the path
That most have traveled on
But then again to do what's right
You must walk alone


And Lord, it's a lonely road
When this world burns down deep in your soul
You will find there's peace left in mind
You will find there's peace to find
Peace to find


Some people are unkind
To those who see things different
We've all felt pain in ways
It hurts to even bring it up
But that don't mean that we
Should take this motion lying down
I'll stand and fight until the day
They put me in the ground


And Lord, it's a lonely road
When this world burns down deep in your soul
You will find there's peace left in mind
You will find there's peace to find


Now I've taught you all I know
So take this seed and let it grow
Though I'm here now soon I'll be gone
Did what I can to tray and make you strong
(And I see that you're strong)


And Lord, it's a lonely road
When this world burns down deep in your soul
You will find there's peace left in mind
You will find there's peace to find
Peace to find
And Lord, it's a lonely road.

domingo, 28 de agosto de 2011

Es extraño.

Es curioso como todo puede cambiar. En el fondo todos somos simples veletas que cambiamos segun los vientos. Es algo realmente molesto desde mi punto de vista. Pero me ha pegado fuerte esta vez, tengo que admitirlo. Puede que sea una simple tonteria, que en dos dias se pase, pero no se... Han sido unas horas, unas pocas horas, que han cambiado muchas cosas, demasiadas probablemente. Pero quien sabe, tal vez sabia que iba a pasar... Si, eso es muy probable. Lo buscaba en parte. Pero buscar algo que es inevitable es un poco tonteria. Que le voy a hacer si soy voluble. La carne es debil, o eso dicen. Vale, no estais entendiendo una mierda. Lo comprendo, ni yo miska entiendo muy bien lo qe acabo de escribir... Es igual. La leccion es que, por mucho que nos esforcemos, nos acabamos enamorando. Hay gente a la que eso no le molesta... No me incluyo en esa gente, sinceramente. Y sin molestaros mas, saludos a todos si es que habeis leido esto.

viernes, 26 de agosto de 2011

Después de un tiempo, aquí estamos, más viejos, más rotos.


- Jal, ¿has estado alguna vez enamorada?
+ No, creo que no.
- Te describiré lo que se siente, Jal. ¿ Recuerdas lo que sentías ese día que venías conmigo en la ambulancia, cuando intenté suicidarme?
+ Si Cassie, lo recuerdo.
- Eso es lo que se siente cuando estás enamorada.
No hay nada peor que estar enamorado. Es bonito, pero duele. Al igual que una rosa , bonita, pero cubierta de espinas , espinas que hieren, que se hunden en la carne.
Porque aunque quieras a esa persona más que a nadie, y esa persona te quiera a ti, siempre habrá algo que no está bien.
Otras personas, celos, desconfianza, un sin fin de sentimientos encontrados, la distancia... siempre habrá algo, algo que te impida ser completamente feliz.
Pero las cosas son así. Lo sabemos, sabemos que lo más probable es que todo salga mal, que se destroce lo que antes era una bonita amistad. Y no podemos evitarlo. Tampoco queremos.
Nos empeñamos en desafiar al universo, aun sabiendo que no podremos ganar.
Lo único que queremos es amar a alguien y ser correspondidos, porque aun que el amor duele, es bonito mientras dura, mientras no eres consciente de lo que pasa en realidad, más allá de esa estúpida y falsa burbuja que te aísla del resto del mundo, que te hace creer que todo es perfecto.